El colorante líquido es una herramienta potente para mejorar la eficiencia de producción y mantener la calidad. En los sistemas de colorante líquido, en donde los pigmentos o aditivos se dispersan en un portador líquido y se entregan a la máquina por medio de equipo especializado de dosificación, de ahí que se le llame sistema, coexisten con los masterbatch en pellet desde la década del 70 y se han mejorado en el transcurso de los años para su uso se deben de considerar cinco cuestiones claves: la limpieza, la compatibilidad, el desgaste de la máquina y equipo de dosificación.

Los MB líquidos son universales, compatibles con todos los polímeros de la industria plástca. Al igual que los masterbatch de pellet se pueden hacer formulaciones con aptitud bromatológica para contacto con alimentos.